Karla Rauch M., El Mercurio.- Del junio más seco en 150 años a un julio frío y un agosto muy lluvioso. El clima está cambiando y en las zonas típicas de producción viñatera esto está recién trayendo consecuencias.
Hoy los productores de cepas como el Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Syrah o el Chardonnay, que son de climas más fríos, están comenzando a trasladar sus plantaciones a sectores más frescos, cercanos al mar o a los pies de la cordillera. Básicamente, más al sur.
Es que si antes las viñas realizaban plantaciones en los lugares de tierras más fértiles y más fáciles para su producción, hoy están pensando en la calidad, prefiriendo lugares más extremos.
“Hoy entre las viñas existe una tendencia a buscar los lugares ideales para producir las uvas de cada cepa”, asegura Mario Pablo Silva, presidente de Vinos de Chile.
Para Silva es imposible enumerar todas las viñas que están siguiendo esta tendencia pues, afirma, casi todas están en esta búsqueda que pretende elevar los estándares de la producción y la calidad.
De hecho, Francia e Italia, por ejemplo, tienen diferentes zonas según cada cepa. En Bordeaux se planta Cabernet Sauvignon y en Borgoña, el Pinot Noir.
Pero las viñas no solo están haciendo cambios para mejorar la calidad del vino. El cambio climático es un tema que preocupa en la actualidad a los empresarios del sector, quienes están invirtiendo en sistemas eficientes de riego e implementando prácticas sustentables.
“Hay una serie de modificaciones en los manejos de distintas variedades que apuntan a resguardar y disponer tanto la planta como la fruta a una mejor postura hacia el aumento de las temperaturas y disminución de las precipitaciones”, manifiesta Miguel Mujica, gerente agrícola de Viña Viu Manent.
Vinos de Chile, además, está realizando investigaciones para mitigar los efectos de este. A través del proyecto Consorcio I+D, iniciativa cofinanciada por Corfo, están desarrollando un proyecto de US$ 16 millones.
Patricio Parra, gerente de Consorcio I+D Vinos de Chile, asegura que “la industria asume el 50% entre aporte pecuniarios y no pecuniarios”.