Agencias.- Se dice que el “papel aguanta mucho” cuando lo que se escribe muchas veces no pasa de ser una mera declaración de buenas intenciones. Sin embargo, el primer paso para definir una hoja de ruta clara es establecer metas más concretas. Esta semana el G7, que reúne a las siete economías más industrializadas del planeta, al menos se comprometió con la propuesta de Naciones Unidas para reducir la emisiones de gases de efecto invernadero entre 40% y 70% para el año 2050.
Según el Presidente de Francia, François Hollande, el texto contiene aspiraciones «realistas» para garantizar el éxito de la Cumbre del Clima que acogerá París en diciembre con el fin de buscar un sustituto global y vinculante para el Protocolo de Kioto a partir de 2020.
Los siete países destacaron en Baviera (Alemania) –sede de la cumbre- que el objetivo común es que el calentamiento global no sobrepase los dos grados centígrados con respecto a los valores pre-industriales, lo que les obligará a reducir sensiblemente en las próximas décadas sus emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.
El G7 se mostró también dispuesto a impulsar un Fondo Verde del Clima, mecanismo que deberá estar dotado con US$ 100.000 millones al año a partir de 2020 para apoyar a los países más vulnerables al cambio climático.
Las ONG presentes aplaudieron la apuesta por avanzar hacia una economía global libre de carbono para finales de siglo.